El artículo tiene como principal objetivo analizar la producción de identidades contemporáneas, a partir de las especificidades propias de proyectos que discuten el proceso de articulación entre curaduría, historia del arte y museo. Los proyectos que se investigan han dado lugar a muestras que se configuran mediante el trabajo colaborativo de diferentes agentes que tienen como objeto el estudio de la abyección de aquellos sujetos ininteligibles o que escapan de la norma. Se sugiere que el boceto curatorial y la disposición de los trabajos en la exposición determinan las distintas interacciones posibles entre espectador y museo, a través de obra y dispositivos, teniendo como resultado un tránsito de sutilezas críticas y potencialmente subjetivas. En ese sentido, se piensa el espacio museográfico como una manera propositora de teorías e historias del arte, donde se instalan situaciones de identificaciones complexas. Se recurre a la museología feminista, a los estudios de museos y a los estudios de género, problematizándose el estatuto de museo como instancia civilizatoria y disciplinante de la cultura. Se rescatan y se estudian particularmente las proposiciones de la I Exposición Internacional de Arte y Género (2013) y de la II Exposición Internacional de Arte y Género (2017), ambas efectuadas en el Museu de Arqueologia e Etnologia (MARQUE, Florianópolis, Brasil).