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En la literatura infantil y juvenil son muchas las obras que tienen como escenario la biblioteca. Sin perder de vista que la literatura es ficción y que en la ficción todo vale con el fin de enganchar al lector, es cierto que en lo concierte a las bibliotecas y su personal, la ficción distorsiona la realidad que frecuenta los más jóvenes: la biblioteca escolar y la biblioteca pública, o ambas a la vez.
Con el estudio de seis obras de ficción de las que se entresacan los párrafos que hacen referencia a la biblioteca y al personal bibliotecario y la forma en que los autores tratan el tema, se va a comprobar de qué manera tan distorsionada se vende la biblioteca como escenario y los bibliotecarios como personajes casi siniestros. Dicha distorsión no ayuda a entender que la verdadera misión de las bibliotecas y su personal es colaborar en la formación y enriquecimiento personal de los individuos y de la sociedad en general.
En orden a la edad lectora, las obras que se analizan son:

El libro de las mil historias de Asunción Silva (8 años)
El palacio de papel de José Zafra (8 años)
La palabra desaparecida de Carlos Puerto (10 años)
El parque de la casa tenebrosa de Jesús Ballaz (12 años)
El cementerio de los ingleses de José María Mendiola (Juvenil)
Roma no paga traidores de Emilio Calderón (Juvenil)

Bibliotecas, Bibliotecarios, Literatura infantil, Literatura juvenil